Un nuevo y convincente libro
sugiere la necesidad de una revolución científica en la forma como se pone en
práctica la ayuda a los necesitados. Pero hay desafíos clave.
La Ayuda a necesitados ha tenido
cierto éxito, ayudando a sacar de la pobreza a mil millones de personas durante
las últimas dos décadas. Pero establecer cuánto se ha hecho de una contribución
es más complicado. Y ahora el reto es sostener eso y llegar a los siguientes
mil millones que están más metidos en la pobreza que los primeros mil millones.
El investigador sobre Desarrollo Ben Ramalingam sostiene
que lo hecho hasta ahora no va a cumplir con ese objetivo sin un replanteamiento
fundamental. El libro de Ramalingam “Ayuda en el límite del caos”,
publicado la semana pasada, hace que ese argumento sea convincente. Su
documentación sobre los fracasos y sus interrogantes sobre los éxitos en la
ayuda a necesitados – como en la erradicación de la viruela son impresionantes.
El libro aboga por una aplicación más cuidadosa y consistente
de la misma clase de pensamiento científico que ha explicado cómo crecen los
embriones o cómo mueren las galaxias: el análisis de sistemas adaptativos
complejos, más ampliamente conocido como teoría de la complejidad.
La ciencia a menudo se aplica a sectores específicos de
desarrollo, desde la salud hasta la agricultura y medio ambiente. Pero aquí, Ramalingam
clama que la ciencia se sitúe realmente en el corazón de cada intervención de
desarrollo – esencialmente desarrollo como ciencia.
El libro también cuestiona el modo en que las instituciones
de desarrollo tienden a pensar de la ciencia, que muestran que la ciencia no es más que un instrumento
que se pone en un programa como una herramienta en una máquina. En lugar de
ello Ramalingam y los teóricos de la complejidad argumentan que la ciencia puede dar forma al modo como
concebimos los programas de desarrollo en sí mismos y lo que ellos deberían
intentar lograr.
La ciencia de la complejidad no se trata
de intervenciones para un mundo ordenado artificialmente, sino que se trata del
entendimiento y documentación de las complejidades del mundo real, y este ha
construido la capacidad para hacerlo. El enfoque es, como señaló David Dickson
director fundador de SciDev.Net, prometedor. Y se aleja de la visión
simplificada de la ciencia y la tecnología que la mayoría de ONGs típicamente
tiene, como lo ha descrito Duncan Green de Oxfam.
Revelaciones
del Pensamiento Sistémico
La estructura del libro refleja los sistemas
adaptativos complejos que este describe. Al sumergirte en cualquier página a
primera vista las ideas parecen vagamente familiares y abrumadoras. Visto de este modo el libro parece un tanto repetitivo, haciéndose eco de la arrogancia y
experiencia en mucha de la puesta en práctica sobre Desarrollo. Pero si se
profundiza revela una estructura sutil e ideas genuinas sobre la aplicación del
pensamiento de sistémico aplicados al Desarrollo.
Y es importante tener en cuenta que hay
muchas opciones para poner en práctica – el libro no presenta un modelo único.
Me llama la atención que hay cuatro
principios de la teoría de la complejidad para la Ayuda a necesitados y el
Desarrollo. Primero, que la sociedad y la economía son, como la naturaleza,
sistemas. De hecho las sociedades y las comunidades a menudo actúan como
sistemas integrados en otros sistemas – piense en poblaciones vinculadas a
políticas nacionales, instituciones tradicionales y mercados multinacionales.
En segundo lugar los agentes en estos sistemas interactúan unos con otros y con
su entorno constantemente y responden mutuamente a los cambios en ellos, esto
significa que cada acción tiene una red de consecuencias en cascada, y el
entendimiento de esta dinámica es crucial para entender el cambio.
En tercer lugar, a pesar de estas
interacciones complejas, el comportamiento individual o institucional está
gobernado por reglas simples que son el resultado de procesos evolutivos de
adaptación, un ejemplo de esto podría ser la procreación en el mundo natural en
que la variedad de formas en que los organismos tienen sexo está determinado
por su entorno y respaldado por el impulso básico para mantener la especie.
Por último, este tiene una serie de
implicaciones. Fundamentalmente, la necesidad de un mapeo comprehensivo del entorno,
las redes, y la dinámica dentro de ellos, así como la necesidad de considerar
el desarrollo como el facilitador de muchas acciones experimentales más que un
diseño único, grande y estandarizado de intervenciones.
Las implicancias de todo esto son
similares a los cambios de paradigma en las disciplinas científicas.
Desafíos
de la Complejidad
Pero hay desafíos que enfrenta la
aplicación de la teoría de la complejidad a la práctica actual del Desarrollo –
muchas de ellas se reflejan en el libro en sí.
Ramalingam pone en claro que este no es un libro de
instrucciones. Sin embargo, una descripción acumulativa clara de sistemas adaptativos complejos desde la perspectiva
de la planificación del Desarrollo ayudaría al argumento.
Alguien en algún lugar enfrentará
el dilema de poner en práctica estas ideas – lo que se conocen el libro y en
otros lados como “manera de pensar”- debido a que hay cuestiones prácticas complicadas
alrededor de la implementación. Por ejemplo ¿Cómo conseguir el nivel de “zoom:
adecuado para mapear a los agentes y las dinámicas cuando uno es consciente de
que todo está conectado?
Una crítica constructiva y sustantiva
de los sistemas adaptativos complejos para el Desarrollo podría ser útil. Esto
es importante para el crecimiento de cualquier cuerpo de conocimiento
científico.
También queda sin resolver la
idea de que este tipo de análisis de sistemas es indiferente de la agenda
normativa en el corazón del trabajo en Desarrollo: No dejar a nadie atrás. De
hecho, describir la sociedad como un ecosistema natural requiere un enfoque
bastante desapasionado sobre el sufrimiento y el poder. Por supuesto el
análisis de sistemas podría mapear las dinámicas de género por ejemplo, pero se
necesita hacer más trabajo para construir los argumentos, y casos de estudio
para esto.
Y es necesario que haya más
estudios de impacto de la ciencia de la complejidad – no tanto por demostrar su
valor sino más por la síntesis y revisión de sus aplicaciones. Por ejemplo,
todos los enfoques, modelos y herramientas derivados del análisis de la
complejidad a los que el libro hace referencia ofrecen igual valor a pesar de
la clara diferencia en lo contextos aplicados y los recursos que se necesitan.
Podría ser útil evaluar estas
aplicaciones en relación con las fortalezas y debilidades de los diversos
objetivos o parámetros relativos. Una vez más, esto está más allá del alcance
de este libro, pero es para que lo considere la práctica del Desarrollo.
Cuando se trata de aplicación, necesitan
considerarse la disponibilidad y calidad de los datos. Para poner el problema
en perspectiva, sólo cinco de los países del África Subsahariana tienen
registros actualizados creíbles de sus datos nacionales. Demasiados sistemas de
datos están muy fragmentados para enfrentar el reto del análisis de la complejidad.
Esto pone de relieve que el cambio
requerido a través del desarrollo de la práctica de la teoría de la complejidad
no puede ser exagerado. Esto implica una revolución en las estructuras de
financiamiento, la dotación de personal y la comunicación. Como Ramalingam señala, ningún
sistema puede cambiar si cambia por sí mismo. Así que estamos de vuelta en un
problema fundamental: ¿Cómo llevar a cabo el cambio institucional y la
transformación social en una escala que hace la diferencia?
Curiosamente
el libro menciona la experiencia del Banco Mundial con el análisis de la
complejidad en torno a diversos aspectos de la reforma política en el Sudeste
Asiático. Una de las lecciones claves que surgió de esta experiencia fue que los reformadores necesitaron encontrar
espacios donde el cambio ya estaba en marcha, o que es aprovechado con mayor
facilidad en el sistema, y facilita el cambio. Efectivamente esto significaba escalar de nuevo la ambición del banco, e
incluso su visibilidad. Teóricos de la complejidad podrían querer recordar esta
lección ya que ello construye su argumento.
Pero
ninguno de estos desafíos es tan grave como para que los profesionales del
Desarrollo pasen por alto los sistemas adaptativos complejos. Al igual que las
caricaturas del libro, sería una vergüenza terrible ignorarlas. Ramalingam ha dado el
punto de partida de un debate crucial acerca del uso de la ciencia en el
Desarrollo – Busque las reacciones de los personajes claves en las páginas de
opinión de SciDev.net
Nick Ishmael Perkins
Director de SciDev.Net
@Nick_Ishmael
Traducción propia